En el artículo anterior, ya habíamos abordado que es la procrastinación, su causa y técnicas individuales y personales para evitar la procrastinación; si aun no lo han leído, los invito a pasar y leerlo primero.
En el ambiente laboral, los procesos organizativos, requieren de inmediatez para seguir un ciclo, el cual mantiene en marcha a la empresa. En la actualidad se observa el comportamiento lento y descuidado de muchos empleados y funcionarios, quienes en muchas ocasiones, sobredimensionan sus capacidades para administrar el tiempo, dejando para más tarde la actividad encomendada.
Técnicas para los empleadores/ recursos humanos/ supervisores.
Asigna proyectos con trabajo subdivido: nuestro cerebro clasifica las tareas como largas y extensas, y este es un motivo por el cual procrastina, debido a esto debemos dividir algo complejo en partes más simples.
Fija fechas de entrega detalladas de todas las subdivisiones: una vez que has subdividido el trabajo, también debes ponerle fecha a cada una de ellas. Poner una sola fecha y en un tiempo más extenso, invita al cerebro a procrastinar.
Crea ambientes especializados: cada trabajo o labor necesita un espacio asignado para dicha actividad; en este punto también entra el clima laboral el cual es de gran importancia.
Incentiva los momentos de recarga: lapsus pequeños de tiempo que se utilicen para cambiar de actividad y aligerar la presión de la mente sobre las responsabilidades. que tus colaboradores tengan claro que pueden tomar unos minutos entre tarea, levantarse, estirarse; ya que esto ayuda a mantener activo al cerebro y trabajar mejor.
Feedback (Retroalimentación): realizar evaluaciones de desempeño antes y después de implementar las técnicas para ver que tan efectiva está siendo.
Técnicas para los trabajadores.
Define objetivos y ponlos por escrito.
Planifica y organiza tu tiempo.
Elimina las distracciones.
Dispone de los recursos necesarios: piensa en lo que necesitarás antes de empezar y hazte de ello, para no estar deteniendo tu trabajo.
Subdivide las tareas.
Comienza por aquello que consideres más complejo.
Recompensate: usa recompensas saludables al terminar cada tarea, así educarás a tu cerebro en que estas tareas dan placer y no malestar.
Aprende a decir no: debes conocer tus límites y cuando te encuentres sobrecargado decir no.
Ventajas de estas técnicas. (colaboradores)
Te sientes mejor contigo mismo.
Reduce la acumulación de trabajo.
Disminuye tu nivel de estrés.
Obtienes mejores resultados laborales.